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Una buena conservación es fundamental para garantizar que los ingredientes que utilizas en tus elaboraciones se mantienen en óptimas condiciones para el consumo, a la vez que reduces al máximo el desperdicio alimentario, y evitas sobrecostes innecesarios.
Organización y rotación
Uno de los aspectos más importantes para llevar una adecuada conservación de los productos congelados es la organización y la rotación. Asegúrate de etiquetar claramente todos los productos con la fecha de congelación para poder utilizarlos en el orden adecuado.
Además, organiza los productos en el congelador de forma que los más antiguos estén en la parte delantera y los más nuevos en la parte trasera. De esta forma, te aseguras de hacer una rotación adecuada de los productos y evitas el desperdicio de alimentos. También es conveniente organizar los productos por categorías y colocarlos de forma visible y accesible.
Temperatura
Otro aspecto relevante a tener en cuenta es la temperatura de los productos congelados. El congelador debe mantenerse en todo momento a una temperatura de -18 °C para garantizar la adecuada conservación de los alimentos.
Es importante realizar un seguimiento de la temperatura del congelador y comprobar regularmente que se mantiene en la temperatura idónea. También asegúrate de que el congelador cierra bien para evitar la pérdida de frío y así evitar consumir más energía de la necesaria.
La temperatura es la que garantiza que los productos congelados conserven su textura, sabor, color y valor nutritivo, evitando que se produzca el crecimiento de bacterias o la formación de cristales de hielo. Si el congelador sufre una avería o un corte de luz, no abras la puerta y revisa la temperatura y el estado de los productos antes de volver a utilizarlos, procurando que no se haya cortado la cadena del frío.
La cadena de frío es el proceso que garantiza que los alimentos, ya sean productos frescos o congelados, se mantengan a temperaturas seguras desde su producción hasta su consumo. La cadena de frío se compone de una serie de etapas que incluyen el almacenamiento, transporte y manipulación de los alimentos en temperaturas controladas, y es fundamental para garantizar la seguridad y la calidad de los alimentos.
Envasado
Los envases de los productos congelados deben ser resistentes, impermeables y herméticos, para evitar la pérdida de humedad, la entrada de aire y la contaminación cruzada. Evita reutilizar los envases de otros alimentos, ya que pueden contener restos o microorganismos que afecten a la calidad de los congelados. Las bolsas de congelación son preferibles a los envases rígidos, porque reducen el oxígeno que está en contacto con el producto y optimizan el espacio. Algunos envases como los de vidrio pueden no aguantar correctamente los cambios bruscos de temperatura y romperse.
Envasar los productos al vacío antes de llevarlos al congelador, es una buena práctica para ahorrar espacio y conservar los productos óptimamente.
Siguiendo estos consejos, podrás aprovechar al máximo los beneficios de los productos congelados y ofrecer a tus clientes deliciosos platos. En #DelMoral somos expertos en productos congelados y te ofrecemos una amplia gama de opciones para tu negocio. Contacta con nosotros y te asesoraremos sobre las mejores soluciones para ti.
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