Encontrar el personal adecuado en hostelería es difícil. Asimismo, la atención al cliente es clave para el éxito del negocio, ya que un buen servicio nos fidelizará al cliente y nos asegurará un buen funcionamiento. Los responsables de bares y restaurantes tienen claro que no es suficiente en saber servir un plato o un café para ser un buen camarero, o que un cocinero no funcionará por mucho que sepa cocinar si no tiene visión del negocio y otros conocimientos y valores del sector de la hostelería. Pero, ¿cómo lo hacemos para seleccionar el personal adecuado y, una vez lo encontramos, como le fidelizamos para que no se vaya? Seguidamente os damos algunas claves que recomiendan los expertos en recursos humanos especializados en nuestro sector.
La búsqueda
En primer lugar, es importante ir a buscar al personal a contratar a lugares estratégicos del sector (por ejemplo una escuela de hostelería o turismo) y no a portales de trabajo generalistas. De esta manera nos aseguramos cierta formación y motivación ya garantizada gracias a la especialización. La experiencia debe valorarse por la calidad y no por la cantidad; un perfil de trabajador que ha tocado muchos establecimientos diferentes no tiene porqué ser mejor que uno que ha estado sólo en uno, pero con un trabajo de larga duración y de calidad donde habrá aprendido bien el funcionamiento.
Cuando preparamos la descripción del puesto de trabajo hay que ser cuidadoso con la información y dedicar un rato a la redacción correcta de todos los detalles de interés. Aspectos como los idiomas, la formación o las habilidades requeridas deben estar estrictamente detalladas hasta dibujar el perfil exacto de lo que se está buscando. Esto nos ayudará a no perder tiempo con candidatos que no nos encajan y encontrar el perfil buscado más rápidamente. También se pueden indicar los horarios y el sueldo ya en la misma oferta, para acceder a candidatos que se avengan a lo que necesitamos.
La entrevista
La importancia de la entrevista es clave para saber si estamos ante el personal que buscamos. Hay que dedicar un rato a hacer preguntas, a ser posible en un lugar cerrado fuera del establecimiento. Preguntar sobre experiencias laborales anteriores, en qué consistían y qué resultados se consiguieron. No hablaremos de temas personales, pero sí que nos vamos a fijar en la manera de comunicarse, sobre todo en los casos de puestos de trabajo relacionados con la atención al cliente.
Parte de la entrevista de selección debe ser práctica. En caso de que sea posible, acompañamos al candidato al establecimiento, le explicamos el funcionamiento y le pedimos opinión sobre cómo valora el funcionamiento actual, si cambiaría algo y como llevaría a cabo acciones prácticas.
Observamos el comportamiento e imaginemos cómo encajaría con el resto de equipo. ¿Es la persona adecuada? ¡Pues ahora toca cuidarla para que se quede y no se vaya a la competencia!
La fidelización
Una vez tenemos alguien que encaja con el equipo y nos aporta valor, hay que fidelizarlo para que no se vaya y no perder el tiempo que hemos dedicado a su formación. Lo primero que podemos hacer es valorar qué podemos ofrecerle de diferencial respecto a otras empresas (¿formación? ¿flexibilidad horaria? ¿valorar el trabajo y dar oportunidades de ascenso?). Si no estamos seguros de que valorará más nuestro personal, podemos preguntar directamente: ¿hay algo que cambiarías? ¿te gustaría hacer alguna tarea que no estás desarrollando?
Las prisas del día a día y el volumen de trabajo pueden hacer que no dedicamos suficiente tiempo a observar nuestro equipo de trabajo y valorar el trabajo de los que trabajan bien. Es primordial poner en valor los puntos fuertes de cada uno y reconocer el trabajo bien hecho. Sólo así conseguiremos que, una vez encontradas las personas adecuadas, se queden en nuestro negocio y garanticen un buen servicio y un buen trato con el cliente.
Fuente: Frigoríficos del Moral SA.